La gente que escribe lo hace un poco para ser leída y un mucho para ser contestada. La gente que escribe bien, en cambio, lo hace para que no pueda haber réplica.
Y son, qué paradoja, los que harán que, por reacción y casi desagravio, se llenen, con el tiempo, las cuartillas de todo tipo de exégetas; hasta las de los más insospechados.
Pero, contrariamente a lo que pudiera ser pensado, prefieren el cariño y el reconocimiento en esta vida; no post-mortem.
Hay que recordar al todos-los-días-alabado-y-sin-cesar-hacedor-de-la-literatura, Cervantes, acusado en vida de ser ladrón; una de las peores acusaciones posibles para un hombre de su talento y de su talla, él, que precisamente inventaba -lo contrario de robar. Hay que saber reconocer a los buenos, ¡pero antes!
2 comentarios:
Yo, como soy una completa ignorante en esto de las letras, tengo una duda: ¿qué es una exégeta?
Beso.
"¿qué es una exégeta?"
Alguien, que cuando se mira al espejo, tiene tu rostro y tus conocimientos.
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